CHICAGO TIRA EL PARTIDO CON DOS FALTAS ESTÚPIDAS
Entierra el fiasco de su estreno con una gran actuación en Chicago: 36 puntos. Los Bulls tiran el partido en el último minuto con dos faltas estúpidas. Pau, fallón en el tiro, termina con 15 puntos, 9 rebotes y 6 tapones. Mirotic, sin apenas protagonismo
LeBron James contra Derrick Rose. Hay veces que simplificar un partido convierte el baloncesto en algo digno de ver. El Bulls-Cavs se disfrazó de eso. Ni truco ni trato. LeBron no estaba para bromas tras el bacatazo del estreno en Cleveland. Rose, mientras, sigue con su particular desafío contra todos aquellos que piensan que ya no volverá a ser Rose. Igual los escépticos se pinchan con una espina. Jugó una gran primera parte. Luego, un esguince de tobillo le retiró de la circulación por donde sólo transitan los grandes. El triunfo fue para los Cavs (108-114) en el primer partido de la temporada para Chicago en el United Center, con Pau en un tono menor (aunque hiciera 15+9+6 tapones) y Mirotic sin apenas protagonismo.
Lebron había metido 17 puntos a los Knicks y llegó al descanso con 19. Rose acabaría con 13 en el Madison y aportaba 18 en dos cuartos. James, liberado de los grilletes de tener que agradar en su casa a su gente, logró su segunda canasta nada más empezar el partido. En su estreno del otro día, tardó 30 minutos. No se cansó de penetrar hacia el aro donde es imparable, pese a su aparente pérdida de peso para ir al cuerpo a cuerpo. El duelo con Rose fue extraordinario. El base parece absolutamente recuperado, como cuando fue MVP. Rápido y explosivo, los Bulls sobrevivieron a su pésima noche en el rebote (Thompson igualaría el récord de los Cavs con 12 ofensivos) y al escaso aporte de su segunda unidad porque Derrick aguantó la mirada a LeBron. Pau dejó un tapón para el recuerdo sobre Love, pero no tenía demasiada incidencia en el juego. Cleveland dominaba 58-52.
LeBron no se paró, pero Rose frenó un poco. Primero porque dejó de anotar y luego porque se lesionó tras pisar a Irving. Apareció Kevin Love para mantener a los Cavs por encima durante el tercer cuarto. Los Bulls no se salieron nunca del retrovisor de Cleveland. Se acercaban, pero un par de errores les condenaban. El último cuarto cambió esa dinámica. La cornada la dio Hinrich con ocho puntos consecutivos. No estaban ni Rose, que no volvió a jugar, ni Pau porque a Thibodeau le gusta acabar con Gibson y Noah. Chicago ganaba por cinco a falta de 43 segundos, pero dos faltas gratuitas fueron la invitación a los Cavs para jugar la prórroga. En el tiempo extra, LeBron volvió a decidir con ocho puntos.
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